En la línea del bosque –flores de sueño resuenan, estallan, iluminan- la doncella de los labios anaranjados, en el luminoso diluvio surgido de los prados cruza las rodillas, desnudez que arco iris, vegetación y mar sombrean, atraviesan y visten.
En el bosque, hay un pájaro; su canto los detiene y los hace sonrojar.
Hay un reloj que no funciona.
Hay un barranco y una guardia de animales blancos.
Hay una catedral que desciende y un lago que asciende.
Hay un cochecito olvidado en el monte o bajando el sendero. Adornado, deslizándose.
Arthur Rimbaud - Infancia (fragmento)




