
Dale la llave al otoño.
Háblale del río mudo en cuyo fondo
yace la sombra de los puentes de madera
desaparecidos hace muchos años.
No me has contado ninguno de tus secretos.
Pero tu mano es la llave que abre la puerta
del molino en ruinas donde duerme mi vida
entre polvo y más polvo,
y espectros de inviernos,
y los jinetes enlutados del viento
que huyen tras robar campanas en las pobres aldeas.
Pero mis días serán nubes
para viajar por la primavera de tu cielo.
Saldremos en silencio,
sin despertar el tiempo.

1 comentario:
hoy estuve hojeando unos poemas de rimbaud.. algo de la estancia en el infierno era el título, no lo retuve bien. el caso es que me acordé de ti, te imaginé escapando de tu casa al bosque con el señor ése que me contaste que tenía un pacto con el diablo.
te veo en el aeropuerto.
mantenme al día.
un combo,
te odio.
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