viernes, 23 de noviembre de 2007

Infancia


En la línea del bosque –flores de sueño resuenan, estallan, iluminan- la doncella de los labios anaranjados, en el luminoso diluvio surgido de los prados cruza las rodillas, desnudez que arco iris, vegetación y mar sombrean, atraviesan y visten.

En el bosque, hay un pájaro; su canto los detiene y los hace sonrojar.
Hay un reloj que no funciona.
Hay un barranco y una guardia de animales blancos.
Hay una catedral que desciende y un lago que asciende.
Hay un cochecito olvidado en el monte o bajando el sendero. Adornado, deslizándose.

Arthur Rimbaud - Infancia (fragmento)

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Tarde de primavera


Sobre la colina una niña anda en bicicleta

Y arriba los robles están quietos a contraluz

Si es que esta fue la tarde más calurosa de la primavera

O que pasaron un millón de granitos de polen

Alrededor de mi nariz y mis ojos

Cuando el día se va

No se si quedarme o irme

Pero desde el fondo de una piscina

Tan tranquila y frágil

Puedo ver hacia arriba la luna de día

Y me pregunto si necesariamente las cosas tienen

Que ser así.

¿Pero que significa exactamente

un avión a chorro tan lejano en el cielo?

“Que va a llover”

De todas formas tienes que estar tranquila.

El cambio inminente de una tarde como esta

Una vez que ya se ha ido es

Casi siempre un cúmulo de preguntas

Que se mueven entre la oscuridad de la noche

Como el canto de un grillo

Como la niña en su bicicleta arriba en la colina.


Crepúsculo en el alma - Georg Trakl


Silenciosa va a dar al lindero del bosque

Una bestia oscura;

En el cerro acaba silencioso el viento de la tarde

Enmudece en su queja el mirlo

Y las blandas flautas del otoño

Callan entre los juncos.

En una nube negra

Navegas tu ebria de amapolas

La alberca de la noche,

El cielo estrellado.

Aun resuena la voz de la luna de la hermana

A lo largo de la noche del alma

martes, 20 de noviembre de 2007

La Llave - Jorge Teillier


Dale la llave al otoño.
Háblale del río mudo en cuyo fondo
yace la sombra de los puentes de madera
desaparecidos hace muchos años.

No me has contado ninguno de tus secretos.
Pero tu mano es la llave que abre la puerta
del molino en ruinas donde duerme mi vida
entre polvo y más polvo,
y espectros de inviernos,
y los jinetes enlutados del viento
que huyen tras robar campanas
en las pobres aldeas.
Pero mis días serán nubes
para viajar por la primavera de tu cielo.

Saldremos en silencio,
sin despertar el tiempo.

Te diré que podremos ser felices.

martes, 13 de noviembre de 2007

cielo estrellado



Tantas estrellas parpadeantes

Hacen que el cielo se vea gris

Al final donde la montaña nevada termina

En lo alto.

Pero las nubes tapan la mitad del cielo

Eris una estrella roja distante

Yo una azul de hielo

Me siento somnoliento

Solo puedo escuchar a las araucarias moverse

Pero es extraño: no siento el viento

Y quizás ahora tenga cosas más importantes de que preocuparme

En tenerte abrazada, en hacerte reír

Aquí el amor es misterioso

Al igual que esa canción hecha de campanitas

Que suenan en mi cabeza mientras imagino

como se forman estalactitas brillantes

como las estrellas

Entonces me quedo dormido.

sábado, 3 de noviembre de 2007

sábado, 27 de octubre de 2007

2046


10 horas después...
100 horas después
1000 horas después

(2046 - Wong Kar-wai)

sábado, 20 de octubre de 2007

la canción del bosque


Después del gran zumbido

Corrí a esconder la pequeña caja roja,

Adentro tiene un tubo, que envía ruidos

De mi para ti

Y de ti para mi

Su forma y sus colores...

Los rayos del sol que volaron por años

Llevo la cajita en mis manos

Mientras bajo por el sendero del bosque

Silbando una canción, con tan poco ruido

Es verano y no hay viento

Voy a dejar la ciudad

Y me vendré a vivir aquí

Silbando una canción

el camino por el lago


Y que anduve en una especie de bote por un sendero de árboles sin hojas en medio de un lago. El día soleado de invierno, y todo lo que había atrás, para asustarme y volver con la corriente hacia tu casa, maldita niña linda!

lunes, 8 de octubre de 2007

La película de los rayos y el desierto

un video que hice en el verano
esta dividido en dos partes, primero un día en el que hubo rayos en el verano (parece que a un señor le cayo uno) y la segunda parte tiene tomas de la gira de estudio en el desierto...
chau!

pd: cachense las tomas del valle de la luna

domingo, 7 de octubre de 2007

Super Mario World Ending

El/la que no ha jugado Super Mario World...
ya no es mi amigo/a
jajaja

lunes, 1 de octubre de 2007

la película de la nieve

"- ¿En que pensai?
- Nada, me estaba acordando de algo"

lunes, 24 de septiembre de 2007

El lugar dormido


una noche
el cohete voló a ras del suelo
y cuando se dirigió
........................... [al cielo
estalló en él

domingo, 2 de septiembre de 2007

Howl's Moving Castle

Hoy día la dieron
alfin la volvi a ver jaja
porque llevo como 2 años buscnado la copia que tenia yo pero se perdio
y mi primo nunca me trajo la del jajaja


Múm



Les presento a Múm (si quieren escucharlos tienen que poner "play" en el reprodcutor que esta debajo de este texto). Son una banda de islandia y si les interesa les recomiendo escuchar el disco "Finally we're no one". Son muy bacanes, o por lo menos a mi me gustan caleta, sobre todo porque mesclan los sintetizadores electrónicos con instrumentos clásicos, y también porque en sus canciones instrumentales son capaces de génerar atmósferas que parecen de fantasía, como los cuentos japoneses tradicionales, o algo así jaja ojalá entiendan la analogía...
bacán si les gusta... =P

sábado, 1 de septiembre de 2007

lunes, 27 de agosto de 2007

El Gigante


"It is happening again..... it is... happening again"

domingo, 26 de agosto de 2007

Chalk Away

buenisimo el video, compre su chalk away
un agradecimiento a mi colega, Mr.Blonde
con quien hize este video a medias...
chauu!

jueves, 16 de agosto de 2007

el castillo ambulante


"¿quieres que te siga?"

buenisima película, la que más me gusta de miyazaki, pero nunca he podido volverla a ver

"bajando a las rocas en la tarde
o al pueblo en la noche
mucha luces y flaites en el centro
viendo entre arbustos al sol irse en el mar
sin querer vovlerse nunca,
o querer volver siempre"

miércoles, 15 de agosto de 2007

El viaje en avión

Me llamo I y voy volando en una avioneta roja. Es muy chica y no conozco a la persona que la va piloteando, pero eso no es tan importante ahora. Un poco arriba de nosotros hay unas nubes moradas ya que está atardeciendo, al final en el horizonte se ve el cielo naranjo.

Vamos volando sobre un bosque oscuro entre cerros y pareciera que la laguna allá abajo y la las luces de tres casas que parpadean entre los árboles están durmiendo.

Es divertido ver como todo eso va quedando atrás.

- Cruce las nubes, señor piloto – le dije, no lo había visto antes, llevaba un casco y gafas de piloto, y sin que se moviera ninguna facción de su cara empezamos a ascender.

Cruzando las nubes, siempre arriba hay un cielo estrellado.

En ese minuto comenzamos a serpentear hacia la izquierda y la derecha, subiendo un poco y luego bajando, tanto así que las alas del avión quedaban verticales, pero lentamente.

Doblábamos y doblábamos y doblábamos y seguíamos doblando y doblando y doblando y doblando y doblando.

Aquí arriba la tierra se ve súper redonda, y nosotros sopladamente arriba de las nubes, incluso se parece al espacio.

Ahora intentare dormir, el viaje es muy largo.

Pero de pronto todo vibra y un sonido tan fuerte como el viento que sopla suena y dejo de escuchar el sonido el avión. Una llama de fuego sale desde el motor bailando, como alegremente y acaricia el vidrio de enfrente.

Mientras vamos cayendo veo que el piloto me dice algo, pero no puedo escuchar nada, bueno nada más que un silbido agudo que me hace doler la cabeza.

Y cuando atravesamos las nubes mientras caíamos saltamos con nuestro paracaídas y bajamos durante horas.

domingo, 5 de agosto de 2007

Dientes de león


Un camino que lleva a su casa. El viejo automóvil azul iba y venía haciendo ruido y siempre pensamos que era él dirigiéndose a la cuesta. Joven, no muy alto, con su cabello negro y ojos cafés.

Dijeron que estaba enamorado de Marisol, la menor (la más bonita) de las dos hermanas que vivían cerca de ahí, un poco más al oeste y que a veces se veían en las vías caminando, él le regalaba ramos de margaritas.

Siempre que pasaba el tren de carga a las 12 por fuera de su casa, ya fuera de día o de noche, en dirección al sur, yo me acercaba a las vías para tal vez poder verlo, pero nunca pasó.

Su vida fue un poco olvidada, bueno, siempre es así con la gente que vive en esos lugares, y finalmente terminan solo siendo historias.

Pero una vez dentro de él hubieron sentimientos. Su vida fue haciéndose de muchas partes de momentos que ahora nadie conoce, que se esparcieron por los campos como un diente de león con el viento: él cabalgó a lo largo de la carretera para llegar a este lugar cuando era niño. Y una vez sentado en el pasto largo del campo, observando las nubes mientras pasaba un pequeño río cerca de él se sintió inmensamente feliz.

También pensó que los bosques eran alucinantes.

Y cuando Marisol tuvo que irse pasaron muchos días en los cuales salía a pasear muy triste.

Le decían Kiko y nunca fue más que un recuerdo, porque nunca supimos si estaba allí todavía. De hecho, nunca supimos realmente si aún estaba vivo.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Desde Muchas Partes


Mientras muchas cosas se caen

sobre mi cabeza

Tu estás feliz bajo los cúmulos

Porque un sentimiento desolado que

Da vueltas y vueltas

se mueve hacia el futuro...

No me verás por un tiempo

¿pero vas a preguntar por mi?

Cualquiera que venga

desde muy lejos

podría romperse e irse,

Y algunas cosas

Que no parecen tan reales

Pero que si lo son, de verdad lo son,

Como ecos de ideas que dan

Vueltas y vueltas.

Sin miedos esta vez

Para siempre

Aunque eso nunca volverá.


martes, 31 de julio de 2007

Twin Peaks


Tengo una idea

Tu me llevarás a dar un paseo

Bajo los sicomoros.

Los oscuros árboles que se soplan, cariño

En los oscuros árboles que se soplan

Y yo te veré

Y tu me verás

Y te veré en las ramas que se mueven

En la brisa

Te veré en los árboles

Bajo los sicomoros.

Sycamore Trees - Angelo Baladamenti y Little Jimmy Scott


sábado, 28 de julio de 2007

Claude Monet

Bien tarde en la noche se escuchó el eco de un ladrido por la ventana. Salió a la terraza descalza a ver que ocurría a pesar del frío de las tablas que hizo poner sus pies de color azul. El problema de las noches con luna llena es que tanta luz contamina el cielo; me refiero a que es como la neblina que no deja ver las estrellas.

Un pequeño perro jugaba en el patio. Bajó las escaleras cercadas de girasoles y como es común en muchos niños perros al principio se asustó, pero bastó solo un silbido para que se acercara un poco.

Fue cuando llegó su hermano y su niñera Norma, que es una señora de edad con cabello gris y voz dulce

Él se puso blanco porque le tiene miedo a los perros, incluso a los chicos.

-Susi, entra ahora mijita, que te vas a entumir y a resfriar – le dijo Norma

-Sí, sí – respondió ella como hipnotizada, sin darse vuelta – ya voy.

Pero pasó un largo rato antes de que lo hiciera.

Les dije a ellos que vendría a ver a mis tíos que viven en un pueblo cercano durante el fin de semana, pero que quería que fuese sorpresa y que no le enviaran cartas ni nada de eso.

El camino hasta aca fue bonito. No muchos cerros pero si prados irregulares llenos de nieve y algunos árboles sin hojas. Pasamos a través de un túnel muy largo que estaba escondido en la montaña.

Y ahora que vengo llegado en el tren veo que esa gente viene a recibir a los que vienen conmigo. También puede que no, pero lo importante es que todos están de pie en la nieve, muy abrigados esperando a alguien o incluso al tren y continuar hacia el este.

Me gusta esa cerca de madera que va paralela a las vías porque es vieja y enclenque, y más allá de esos árboles delgados hay una plaza grande llena de personas.

Son las seis de la tarde y quiero entrar a cualquier lugar para tomar un café, sentarme en alguna banca de esa plaza, intentar conocer a alguna niña e incluso tal vez, muy tal vez, ir a saludar a mis tíos.

Después de horas perdido en el bosque logró encontrar su casa. En realidad fue divertido perderse ahí dentro porque a pesar de querer salir no podía y en un lugar así eso importa tan poco que finalmente intentaba perderse a propósito, pero de todas formas nunca es bueno que pase eso en un bosque, ya saben lo que dicen.

Un poco de viento tibio roza su cara y cierra los ojos. Siempre le han gustado los cerros que hay en el fondo, y los árboles que rodean ese prado son mucho más altos de lo que parecen allá arriba, en serio.

María saca a su hijo a pasear por el campo. Las nubes juegan en la tarde revolviéndose, el azul del cielo es demasiado intenso. El niño llamado Esteban insiste en ir a jugar a las amapolas, y naturalmente su madre lo lleva.

- ¿Qué haces? – pregunta ella

- Hago un ramo para una niña que está en mi jardín. ¿Y tú?

-Yo toco el pasto largo, los dientes de león – dice acariciándolos.

- ¡Mamá, mamá, mira! Allá arriba viene una señora con una niña. Quizás puedo ir y regalarle un ramo a ella. ¿verdad?

-Claro que puedes.

Ella odia tener que hablar con gente mayor en los lugares que más le gustan. Piensa que es distinta por eso, y bueno en realidad lo es un poco.

jueves, 26 de julio de 2007

Hojas en el cabello


Un niño sordo pasea en su bicicleta por la tarde soleada de mayo. Lleva un capa negra que está llena de hojas igual que su pelo, lo que pasa es que anduvo por el bosque y siempre es lo mismo; hojas de boldo y eucaliptos que se nunca se van. Pero sus días entonces estaba repletos de objetivos simples: "Lleva un par de globos de colores fuertes a un lugar secreto" por ejemplo, o: "recorre el nuevo camino que los leñadores acaban de hacer".
Los senderos tenían Notros florecidos y daba risa verlos mucho rato.
"Como fruto tiene una cápsula leñosa de color café rojizo donde persisten restos del largo pistilo de la flor. Contiene numerosas semillas que se diseminan al abrirse el fruto durante los meses de marzo y abril"
Bueno, al menos eso decía en un libro que leyó. Y también la noche anterior había leído acerca de alguien que vivía en los cerros y que era muy malo. Se imaginó a su vecino, don Horacio, un hombre deplorado y enojón que una vez lo asustó con un hacha ya que le había dicho al niño que se fuera y él no lo había escuchado porque es sordo.
Así que ver la pequeña luz encendida de la cabaña de don Horacio desde abajo entre tantos pinos negros era estremecedor, aunque agradable.
Ya más entrada la tarde descansando en un lugar con mucho declive se acuerda de sus amigos. El zorro, que está a su lado, lo mira curioso como preguntándose donde están. Pero no, la verdad es que todos ellos murieron atropellados en la cuesta de Lastárria.
Mucho olor a tierra y a raíces en los bosques, destellos de ese sentimiento envolvedor en el horizonte otra vez.

Cabello Dorado


"Asómate por tu ventana

Cabello dorado

Te escucho cantando

En el aire de medianoche

Mi libro esta cerrado

No seguiré leyendo más

Mirando el baile del fuego

En el suelo

He abandonado mi libro

He abandonado mi habitación

Por haberte escuchado cantando

A través de la penumbra

Cantando y cantando

Un aire alegre

Asómate por tu ventana

Cabello Dorado"

James Joyce

lunes, 23 de julio de 2007

escucho un mundo nuevo


Escucho un mundo nuevo

Llamándome

Tan raro y tan real

Atormentándome

¿Cómo puedo decirle a ella

que es lo que hay para mi?

Escucho un mundo nuevo

Llamándome

domingo, 22 de julio de 2007

la canción del bien y el mal


En un tren hacia las montañas
o sumergiéndome en un bosque bajo el agua
como dos niños que sentados en el trigo
hablan de marcianos, bueno yo
en ese entonces pensaba
que todo iba a ser diferente

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A veces hay tardes de sol que tienen un frío blanco
como si alguien que se moviese las fuera rompiendo
con cada paso un poco más, atravesando el día.
pero generalmente son tardes que pasaron
y mucho cuidado con romperlas
porque así nadie va a querer tenerlas
bueno y cuando hay de esas ahora
en el presente
significa que uno tiene suerte
y mucho cuidado con moverse...

viernes, 20 de julio de 2007

el rumbo silencioso



Hubo una noche nublada allá afuera, pero se abrió un circulo en la mitad del cielo y así, entre todas las nubes se veían estrellas.

Ellos aparecieron detrás de los árboles y aunque solo se veían sus siluetas pudimos distinguirlos corriendo por la noche. Saltando y corriendo en espirales y usando capas y sombreros de copas.

Nosotros avanzábamos por la carretera, ellos al lado por un prado bajo las montañas.

Pero cuando la luz se fue volviendo de color lila oscuro volvimos a la ciudad y ellos se quedaron atrás, despidiéndose, sonriendo.

Todos hechos de aire, trepando por enrredaderas gigantes hasta las nubes.

En invierno aquí las hojas se van por las corrientes que hace la lluvia, en invierno voy a conocerla.

En primavera alguien va a elevar un volantín que se va a cortar y perder,

en verano vi un cometa que se fue por los cerros con pinos, ¿qué habrá detrás de ellos?

En otoño obviamente se caen las hojas.

Pero mucho más al norte habían unos riscos con arbustos rojos, verdes y naranjos.

Y supimos que hace mucho tiempo, bueno, primero la lluvia, después el sol en un bosque lejano, queriendo volver a casa, sentados en una playa muy chica a la orilla del río.

Cuando los niños jugaban al son de música de cuna adentro de la casa, las letras bailaron sobre el papel que llego volando una día al huerto olvidado.

Bajando al pueblo por la noche, rojos son

los viejos sonidos del espacio en verano... que resultó ser alguien que no era,

Pero yo le prometí algo a ella en febrero que sigue siendo cierto, muy cierto.

lunes, 25 de junio de 2007

Un tarde misteriosa


Una niña sentada en el cerro piensa en el mundo. Mirando desde lo alto, los campos se pierden en las montañas llenas de árboles que, a veces sobre ellas hay cúmulos gigantes de nubes y ella no había podido verlos. Pero ahora todo esta más claro y si uno se fija bien se ven como un barco que navega en el cielo, bien lento, hacia algún lado, a cualquiera, lleno de fantasmas y espíritus del bosque o del desierto que sonríen y juegan adentro. El viento se los lleva y tranquilamente sus risas se van olvidando en la tarde, pero la tarde sigue y se queda muda y amable. El sol se esconde entre las nubes a ratos y vuelve a salir y su luz es tibia pero no mucho.

Mientras la niña mira el cielo en el cerro siente que algo malo está a punto de ocurrir y ocurrirá pronto, y piensa en lo triste que son los días de fin de verano.
La tarde se fue volviendo cada vez más misteriosa y secreta y sin embargo ella no se mueve y suenan los árboles con el viento.
Abajo en la casa su abuela lee; es muy vieja así que nunca sale a esta hora, cuando
el árbol la está esperando. Ella se acerca a él con respeto y una leve sonrisa, pero volviéndose seria, sin esperanzas de que él la escuche, dice
“ya se han ido los cúmulos, árbol, y no volverán dentro de meses”.
Suena un tren a lo lejos que va lentamente en dirección a las montañas, silbando una canción triste hecha de metales y cuerdas viejas. Ella gira en dirección al horizonte ya rojo y piensa que debe subirse en él.

Detrás de ella en silencio el árbol la mira e intenta acariciarla con sus ramas pero no puede y nunca lo hará.

Después ella se sube en el tren; la esta esperando. Es largo y negro, como una serpiente deslizándose entre los cerros, subiendo tan alto que lo campos se ven interminables y verdes.

Adentro, un anciano que esta sentado mira como los ciervos corren y juegan bajo el crepúsculo. Ella se sienta frente a él mirándolo. Tiene barba larga y blanca, y sus ojos tan negros como el agua de noche. Viste un traje negro también, que parece ser antiguo y desgastado. A pesar de ser un anciano indefenso ella se asusta un poco. Él, sin mover su cabeza de la ventana, le dice que mire hacia fuera.

- Las flores han estado preocupadas – dice él – y tu también.

- Si, hay algo que falta en los bosques, algo malo viene

- Y es verdad – responde él – alguien lo ha hecho enfurecer

- No entiendo. ¿A quién?

- A ese lugar

- No entiendo señor ¿a que lugar se refiere?

- Esta muy cerca, en la estación cinco, la próxima. Debes hacer que calme o nuestro amigo árbol va a morir.

- ¿Nuestro amigo árbol?

- El siempre habla de ti. Yo solo había podido verte desde lejos, hablándole. – el anciano sonríe extrañamente, como si algo se escondiese detrás de esos ojos negros - Pero ahora el esta en problemas ¿Puedes ayudarlo? Yo no puedo ir a ese lugar, porque soy muy anciano y no podría ver de nuevo las cosas que vi la primera vez que fui. Pero tu eres joven, tu debes ir.

- ¿Y usted a donde irá?

- Yo vivo más arriba, cerca de un lago. Ahí está mi cabaña que es un lugar agradable para la gente como yo. ¡Mira! Hemos llegado a la estación cinco, debes ayudarme, por favor. Ya sabrás que hacer. Ahora baja, rápido, rápido.

La estación cinco es vieja y solitaria porque no hay nada más que un farol y una silla rota. Detrás de un seto comienza un sendero de tierra y ella lo sigue.

Ya es de noche y el silencio bucólico la estremece. A lo lejos no se ve ningún árbol en la pequeñas colinas. El viento estridente hace bailar al césped, cada vez más fuerte, cada vez más aterrador.

De pronto, cientos de flores rojas aparecen de la nada en las colinas. Solo la luz de las estrellas las iluminan con fuerza, y la tierra gira.

Ellas hacen un ruido tan frío, moviéndose de izquierda a derecha intentando espantar a la niña, como guardianas de rojo, enfurecidas, y el viento más fuerte sopla como si fuera a llevársela volando.

- ¡Vengo a ayudarles! – grita la niña, su voz se pierde – ¡vengo a ayudarlos a todos ustedes!

Pero la intensidad no baja. Y ahora vienen tres personas caminando a lo lejos, pisando las flores en la oscuridad.

- ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué esta pasando aquí? Ayúdenme por favor.

- Lo sentimos – dice uno de ellos – pero no podemos hacer nada

Son tres hombres aunque sus caras no se ven claramente. Uno de cabello oscuro se acerca a la niña mirándola con cara triste.

- Nos hemos quedado aquí durante mucho tiempo, este lugar no nos ha dejado salir. Pero tu puedes unirte a nosotros. Sí, puedes quedarte aquí. Estamos tan solos... – su voz es un lamento

- No señor, yo puedo ayudarle a salir, tan solo hay que calmar al lugar. Ustedes deben ayudarme.

Pero ellos se empiezan a reír suavemente.

- No queremos irnos. Somos felices aquí, y tu lo serás también, ya verás.

Los tres hombres se lanzan sobre ella para detenerla sujetándola fuertemente. Ella grita asustada pero no hay más que viento y risas y flores enojadas. Uno de ellos la golpea con un tronco en la cabeza, las flores se asustan y la niña cae lentamente al suelo. Puede ver como las estrellas se van haciendo cada vez más borrosas hasta apagarse.

Y ahora no hay más que viento y silencio. Los hombres la cargaron hasta el estero de las luciérnagas justo donde este se interna en el bosque.

- Quizás deberíamos dejarla ir. Aun es muy joven para nosotros, tal vez solo anda perdida – dice uno

- No, ya la escuchaste. Quiere que nos vallamos de aquí. Debemos lanzarla al estero. Así no podrá salir jamás de el y podremos quedarnos. – dice el de cabello negro.

Mientras tanto, ella escucha en el suelo, de espalda a los hombres. Piensa que la tierra es tan grande y hace frío. Las flores siguen en el páramo con el viento. La más cercana se inclina hacia la niña, insistiendo, quiere decirle algo. Ella entiende y la corta, girando hacia los hombres que están mirando el agua.

Cada vez más cerca de este, con la flor quieta en su mano la niña avanza. Y cuando la distancia es casi nimia la deja caer en su espalda. Y el la maldice mientras gira en torno suyo para quitarse la flor. Dice que duele.

Uno de los hombre intenta ayudarlo quitándole la flor pero el tercero los empuja al agua. Y cuando sus voces ya no se escuchan, comienza a llorar, sentado frente al estero.

-Ya no quiero vivir aquí – dice – ahora seré más libre

-Usted podría volver conmigo señor. Vivo tan solo a unos kilómetros del pueblo.

- ¿Un pueblo? Aquí no hay ningún pueblo – pero se queda pensando, con sus ojos hacia la izquierda, y dice entristecido – bueno, tal vez eso fue antes. Deje demasiadas cosas allá en el sur, ahora debo volver con ellas.

Y se dejó caer lentamente en el agua sin decir ninguna palabra más. “Adiós señor” pensó la niña y lentamente el viento se fue yendo. Las flores se atenuaron también y todo el prado quedó se tranquilo escuchando a los grillos.

En algunas partes hay lugares en donde se concentra la felicidad. Casi siempre son muy amables y bonitos pero nadie puede vivir en ellos. Ese es el trato de la tierra. Pero cuando las personas tristes llegan a ellos por casualidad ya nunca más vuelven a salir, porque de alguna manera, lentamente sus sueños van apareciendo en las colinas olvidadas hasta absorber toda la energía alegre y los bosques y los días se van muriendo. Es por estos hombres que el lugar estaba enojado, y durante cientos de años nadie puedo darse cuenta.

La vuelta a su casa es larga y oscura. Caminó sobre el campo abierto por horas, pero mientras más avanzaba la noche los bosques se iban llenando de risas amigables.

Ahora ya esta amaneciendo y ella entra a su casa. Arriba en el cerro, el anciano la observa de pie con ternura. “Ahora estamos a salvo” se dice, mientras sus pies se convierten lentamente en raíces, y sus brazos en ramas.


jueves, 21 de junio de 2007

Magnetic Fields - Born On A Train


"y he estado haciendo promesas que se que no podré mantener
uno de estos dias voy a dejarte mientras duermes
tengo que irme cuando el silbido sople, el silbido sabe mi nombre
nena, yo nací en un tren..."

martes, 12 de junio de 2007

lol land


mañana en la mañana
(: salir pa cualquier parte
en ese cohete con cuadrados blancos y rojos
tranquilos oh, si ni nos va a pasar nada! :)

domingo, 10 de junio de 2007

...


La simpleza es igual que un cohete dándole la vuelta al mundo.

Y aunque aprecies esto sigues estando un poco triste porque no hay nadie más contigo que quiera saberlo. Así la vida en la tierra se va haciendo cada vez más fría y solitaria y te vas callando lentamente con los ojos bien abiertos porque es lo único que puedes hacer.

Pero demasiado tiempo en silencio puede dejarlo a uno mudo y tal vez te imaginaste más amor del que en verdad tenias...

jueves, 7 de junio de 2007

Metrópolis

"i have a secret.
i suppose you can call it a project. something i`ve been working on for years."